Comunicación del bebé a los 18-19 meses: avances y señales
La etapa de desarrollo del lenguaje es una de las más fascinantes en la vida de un bebé. Alrededor de los 18 a 19 meses, los bebés comienzan a mostrar avances significativos en su capacidad de comunicación. Este fenómeno no solo abarca la producción de palabras, sino que también involucra la interacción social y el juego simbólico, elementos que contribuyen tanto al vocabulario como a la estructura de las frases que utilizan. Comprender cómo se comunica el bebé a los 18 o 19 meses es esencial para facilitar su aprendizaje y fomentar su desarrollo adecuado.
Durante este período crucial de la infancia, es común observar que los bebés utilizan no solo un vocabulario limitado, sino que también comienzan a formar frases de dos palabras. Esta habilidad es un indicador de que están en camino de convertirse en comunicadores más competentes. Sin embargo, es necesario tener en cuenta que cada niño tiene su propio ritmo de aprendizaje y que este proceso puede variar ampliamente. En este artículo, exploraremos en profundidad los diferentes aspectos de la comunicación del bebé en esta etapa, lo cual nos permitirá apreciar mejor sus logros y brindar el apoyo necesario.
Desarrollo del lenguaje a los 18-19 meses
A los 18-19 meses, el desarrollo del lenguaje se convierte en un proceso fascinante lleno de descubrimientos, tanto para los bebés como para los padres. Durante este período, los bebés mes a mes comienzan a mostrar un crecimiento notable en su capacidad de hablar. Este avance no solo incluye la pronunciación de palabras individuales, sino que también comienza a abarcar la formulación de frases cortas. Es un momento en el que los bebés pasan de ser meros receptores de lenguaje a convertirse en emisores, lo que implica que están cada vez más listos para participar en conversaciones significativas.
En esta etapa, es común que el vocabulario de un niño se amplíe a aproximadamente 17 palabras, que pueden incluir nombres de familiares, objetos cotidianos, y acciones simples. Es impresionante observar cómo el niño asocia sonidos con significados, lo que confirma su capacidad de desarrollar habilidades lingüísticas. A medida que el vocabulario crece, también se hace evidente el deseo de expresarse. La comunicación en esta etapa no se limita apenas a palabras; incluye una mezcla de vocalizaciones, gestos y expresiones faciales que enriquecen la interacción.
Uso de frases de dos palabras
Uno de los momentos más emocionantes en el desarrollo de la comunicación del bebé es cuando comienza a usar frases de dos palabras. Este avance se produce cuando el niño combina dos palabras para expresar un pensamiento o una idea simple. Por ejemplo, es posible que el bebé diga "más leche" o "mamá fuera" para referirse a lo que quiere o necesita. La formación de estas frases indica que el niño está comenzando a comprender la estructura del lenguaje, lo cual es un paso fundamental en su camino hacia la fluidez.
El uso de frases de dos palabras no solo es un hito importante en el desarrollo verbal, sino que también refleja un incremento en la capacidad cognitiva del niño. Esto demuestra que ya pueden conectar ideas y conceptos, y que están en capacidad de expresar necesidades de una forma mucho más efectiva. Este tipo de comunicación permite a los padres y cuidadores comprender mejor lo que el bebé quiere, facilitando así la interacción y la relación entre ambos. A través de estas frases sencillas, el bebé también empieza a ejercitar su autonomía, ya que puede comunicar sus deseos sin depender completamente de los adultos.
Vocabulario de aproximadamente 17 palabras
A esta edad, los bebés suelen tener un vocabulario limitado, que puede incluir aproximadamente 17 palabras. Aunque parece poco en comparación con el vocabulario de un adulto, cada una de estas palabras representa un paso monumental en su desarrollo lingüístico. Los términos que los bebés aprenden son, en su mayoría, aquellos que son relevantes para su entorno inmediato y cotidiano, como "mamá", "papá", "agua" o "juego". Este vocabulario inicial suele ser el resultado de la repetición y la exposición constante a las palabras en contextos significativos.
La familiaridad con estas palabras tiene un impacto muy positivo en el desarrollo del lenguaje, ya que motiva a los bebés a utilizarlas y, en consecuencia, a captar nuevas. A medida que los bebés sorprenden a los adultos al identificar objetos y nombrarlos, se fomenta un círculo continuo de aprendizaje. Es esencial para los padres y cuidadores alentar y celebrar cada nueva palabra que el bebé aprenda, ya que esto ayudará a incrementar su confianza en su habilidad para comunicarse y los animará a seguir explorando el mundo del lenguaje.
Interacción social y juego simbólico
Una de las características esenciales en el desarrollo comunicativo de los bebés a los 18-19 meses es su creciente interés en la interacción social y el juego simbólico. A esta edad, los niños no solo están aprendiendo a comunicarse, sino que también están explorando cómo interactuar con otros. Los pequeños suelen disfrutar de jugar con sus padres, hermanos y amigos, lo que representa una fantástica oportunidad para practicar habilidades de conversación. Este tipo de interacción les permite aprender las normas sociales de la comunicación, como el turnarse para hablar y escuchar activamente.
El juego simbólico también comienza a florecer durante este período, lo que implica que los niños imitan actividades de la vida real, como hacer de comer, cuidar muñecas o simular situaciones cotidianas. A través de este tipo de juego, los bebés desarrollan su creatividad y refuerzan el lenguaje que están aprendiendo. Por ejemplo, al "cocinar" con utensilios de juguete, es probable que usen algunas de las palabras que han aprendido en un contexto divertido. Este proceso no solo enriquece su vocabulario, sino que también les ayuda a entender conceptos más complejos. Este aprendizaje se basa en la activación de la imaginación y la simbolización, elementos imprescindibles en el desarrollo comunicativo del bebé.
Comunicación no verbal: gestos y señalar objetos
Durante esta etapa, la comunicación no verbal juega un papel igualmente crítico en el desarrollo del lenguaje de los bebés. Antes de que comiencen a usar palabras, ya han estado utilizando gestos para expresar sus necesidades y deseos. Estos gestos son una forma primordial de comunicación y pueden incluir señalar objetos, levantar los brazos para que los tomen o sacudir la cabeza en señal de "no". Comprender estos signos es esencial para los padres y cuidadores porque son las primeras manifestaciones del deseo de comunicación del bebé.
Señalar objetos es una de las formas más efectivas en que los bebés comunican lo que les interesa o desean. Al señalar, no solo indican lo que quieren, sino que también invitan a otros a compartir su atención hacia ese objeto. Este acto de señalar se convierte en una habilidad fundamental en la comunicación del bebé, ya que les proporciona la oportunidad de relacionarse con el mundo que les rodea de una manera más profunda. Los padres pueden potenciar esta práctica respondiendo al señalamiento del niño, al decir el nombre del objeto indicado. Este refuerzo verbal contribuye significativamente al enriquecimiento del vocabulario y al desarrollo del lenguaje verbal.
Importancia de señalar y nombrar objetos
Un aspecto fundamental en el aprendizaje del lenguaje es la importancia de señalar y nombrar objetos. Al señalar, los bebés establecen un puente entre el lenguaje y el mundo que los rodea. Cuando un adulto nombra un objeto que el bebé está señalando, se crea una conexión poderosa entre la palabra y la representación del mismo. Este proceso ayuda a consolidar el aprendizaje del contexto lingüístico y favorece la adquisición de nuevas palabras. Al hacerlo de manera tejida y constante, se refuerza el entendimiento del lenguaje a través de la experiencia sensorial y visual.
Además, este acto no solo beneficia la adquisición del vocabulario, sino que también apoya el desarrollo de la comprensión. El bebé no solamente escucha, sino que observa el entorno, entiende a qué se refiere el adulto y registra la información verbal que le es presentada. Esta interacción no solo embellece el aprendizaje del lenguaje, sino que fortalece el vínculo entre el bebé y la figura de cuidado. A través del gesto de señalar y nombrar, los adultos pueden facilitar el desarrollo comunicativo de los bebés y animarlos a participar en su propio proceso de aprendizaje.
Respetando el ritmo de aprendizaje de cada niño
Un aspecto crucial que los padres y cuidadores deben tener en cuenta es que cada bebé tiene su propio rito de aprendizaje, y respetar el ritmo de aprendizaje de cada niño es fundamental. Algunos bebés pueden comenzar a hablar antes o después que otros, y eso no debe ser motivo de preocupación, ya que todos los niños son únicos y tienen distintos estilos de aprendizaje. En este contexto, es esencial observar y ser receptivos a las señales de cada niño, ya que esto permite que los padres comprendan mejor sus necesidades y ajusten su enfoque de interacción.
Respetar el ritmo del aprendizaje significa darles espacio para explorar y descubrir el lenguaje a su manera. La presión para que un niño hable o se exprese antes de estar listo puede resultar en una frustración innecesaria. En lugar de eso, es más beneficioso fomentar un ambiente de apoyo donde el niño se sienta seguro para comunicarse, ya sea verbalmente o a través de gestos. Así, se la forma de permitir que desarrollen su habilidad en un contexto de libertad, exploración y aprendizaje significativo.
Paciencia y apoyo en la comunicación
La comunicación es un proceso complejo y requiere tiempo y esfuerzo. Por eso, tener paciencia y apoyo en la comunicación es vital en esta etapa del desarrollo. A menudo, los bebés pueden no pronunciar correctamente las palabras o pueden experimentar dificultades en su intento de comunicarse. En estos momentos, es crucial demostrar comprensión y aliento para que el niño se sienta validado y apoyado. Los padres y cuidadores deben evitar corregir de forma brusca y en su lugar, favorecer un ambiente donde el bebé se sienta libre para expresar su individualidad.
En lugar de enfocarse en los errores, el enfoque debe centrarse en celebrar los esfuerzos de comunicación del bebé. Cada intento, ya sea mediante un balbuceo, una señal o una nueva palabra, debe ser valorado. La atención positiva y el refuerzo verbal sobre sus intentos comunicativos ayudarán a crear una relación de confianza entre el niño y el adulto, fomentando la disposición del pequeño para seguir explorando el lenguaje. Cuando un bebé siente que su esfuerzo es valorado, es más probable que obtenga el impulso necesario para continuar desarrollando sus habilidades comunicativas.
Celebrando los logros lingüísticos del bebé
Una parte fundamental de apoyar el desarrollo del lenguaje de un bebé es celebrar los logros lingüísticos del bebé. Desde aprender nuevas palabras hasta formar sus primeras frases, cada uno de estos logros representa un paso significativo en su crecimiento. Al celebrar sus avances, los padres y cuidadores comunican de manera efectiva al niño que su esfuerzo está siendo reconocido y que su capacidad de comunicarse está siendo valorada.
Las celebraciones no necesitan ser grandiosas; incluso un simple "¡Bien hecho!" o un abrazo son formas efectivas de reforzar el aprendizaje y hacer que el bebé se sienta especial. Mostrar entusiasmo al oír una nueva palabra o al ver al niño usar una frase de forma correcta puede motivarlo a seguir explorando y experimentando con el lenguaje. Cada pequeño paso cuenta, y al celebrarlos, se fomenta la autoconfianza del niño como comunicador.
Conclusión
El período de comunicación del bebé a los 18-19 meses es un capítulo fascinante de su desarrollo. Durante esta etapa, los niños comienzan a expandir su vocabulario a aproximadamente 17 palabras y a formular frases de dos palabras, lo que les permite conectarse más efectivamente con el mundo que les rodea. La interacción social y el juego simbólico también juegan un papel esencial en este proceso, proporcionando el contexto en el que el lenguaje puede florecer. La combinación de comunicación verbal y no verbal es crucial, ya que los gestos y la capacidad de señalar objetos forman parte integral del proceso comunicativo.
Además, es fundamental respetar el ritmo de aprendizaje de cada niño y ofrecer paciencia y apoyo en la comunicación. Celebrar sus logros lingüísticos, por pequeños que sean, es un acto que refuerza la confianza del niño en sí mismo y su deseo de seguir comunicándose. Al final, cada esfuerzo vale la pena, ya que cada palabra, cada frase y cada gesto son pasos hacia un futuro en el que el bebé se convertirá en un comunicador fuerte y seguro. Al comprender y apoyar el proceso del bebé, los padres y cuidadores pueden ser aliados clave en su viaje hacia la adquisición del lenguaje.
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