Las supersticiones de Francia: tradiciones y creencias populares

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Francia es un país con una rica historia y una cultura muy arraigada, lo que significa que también tiene un amplio repertorio de supersticiones y creencias populares. Las supersticiones en Francia son una parte importante de la vida cotidiana, y muchas de ellas se remontan a siglos atrás. En este artículo, exploraremos algunas de las supersticiones más comunes en Francia y su impacto en la vida diaria de los franceses.

La sal derramada: un presagio de mala suerte

En Francia, al igual que en muchas culturas, derramar sal se considera un presagio de mala suerte. Según la creencia popular, derramar sal puede atraer desgracias y problemas económicos. Esta superstición tiene sus raíces en la antigüedad, cuando la sal era un recurso valioso y escaso. Incluso en la actualidad, muchas personas en Francia siguen creyendo en esta superstición y consideran que derramar sal es un mal augurio. Por lo tanto, si esto sucede, es común ver a los franceses arrojar una pizca de sal por encima de su hombro izquierdo para contrarrestar la mala suerte.

El número 13: evitando la mala fortuna

Al igual que en muchas otras culturas, el número 13 es considerado de mala suerte en Francia. En la cultura francesa, el número 13 se evita en hoteles, hospitales, edificios de oficinas e incluso en algunos aviones. Las supersticiones en torno al número 13 son tan arraigadas que, en algunos lugares, el piso número 12 es seguido por el piso número 14, omitiendo deliberadamente el número temido. Esta superstición proviene en parte de la Última Cena, donde Jesús y sus 12 apóstoles suman 13 personas y uno de ellos, Judas Iscariote, fue el traidor. Por lo tanto, el número 13 se considera un símbolo de mala suerte en Francia y se evita en la medida de lo posible.

El gato negro: un símbolo de mala suerte

En la cultura francesa, los gatos negros son considerados un símbolo de mala suerte. Se dice que si un gato negro cruza tu camino, es presagio de desgracias. Esta superstición se remonta a la Edad Media, cuando los gatos negros eran asociados con la brujería y el satanismo. Aunque en la actualidad muchas personas saben que esta creencia no tiene fundamento, todavía hay quienes se sienten incómodos al ver a un gato negro cruzar su camino. Esta superstición es tan arraigada en la cultura francesa que algunos teatros incluso evitan representar la obra de teatro "Macbeth" debido a la presencia de un gato negro en la trama.

Conclusión

Las supersticiones forman parte integral de la cultura francesa, y muchas de ellas están arraigadas en la historia y la tradición del país. Desde evitar el número 13 hasta realizar un gesto cuando se derrama sal, las supersticiones en Francia siguen desempeñando un papel importante en la vida cotidiana de los franceses. Aunque algunas de estas creencias pueden parecer anecdóticas, para muchas personas en Francia son parte de su identidad cultural y una forma de mantener vivas las tradiciones del pasado.

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